Texto recuperado del 03.10.2017. He decidido volver a recuperar este texto con ustedes, esperando que lo disfruten tanto como yo.
Hola, bienvenidos y gracias de nuevo por estar ahí, siempre felices y aún más porque es la temporada de la oliva y cosechamos algunos kilogramos para nuestro autoconsumo y salen aceitunas en conserva para todo el año, el jardín también está dando comida orgánica, estoy agradecido con todo lo que la naturaleza me ofrece.
Después del desayuno con pancake (harina de arroz, polvo de hornear, sal, leche de soja, huevo y aceite de oliva cocido en la sartén y encima de plátano en rodajas, miel y tahini) me puse alegremente con un nuevo ejercicio de yoga, para mí esta disciplina no implica ningún tipo de ritual espiritual ni nada asi, solo lo hago como ejecicio.
Luego decidí realizar una ruta muy sencilla que va de Tunte hasta Fataga (lo definiré en otra publicación), desde este último lugar de llegada continué en transporte público hasta el sur, mas concretamente el pueblo de San Fernando.
Ofrecemos:
Una habitación, todas las comidas diarias y traslado. Todo ello a cambio de trabajar como voluntario. El lugar es hermoso y la naturaleza juega un papel importante.
Qué más:
– una experiencia increíble en la naturaleza de montaña.
– la posibilidad de formar su propia forma de trabajar.
– un acto de responsabilidad, pero también libertad.
– un refugio de la vida de la ciudad.
– la posibilidad de conocer a personas maravillosa en un entorno único.
Realmente queremos compartir nuestra vida con nuestros voluntarios.